Aznar no exigió a la banda que cediera su arsenal en la tregua de 1998.
EL PAÍS | 20/04/2006
El Gobierno del PP que presidía José María Aznar en 1998 no contemplaba exigir a ETA el abandono de las armas, pero sí el abandono definitivo de la violencia. Aznar anunció el 3 de noviembre de aquel año: "El Gobierno y yo personalmente he autorizado contactos con el entorno del Movimiento Vasco de Liberación".
Dos días antes, EL PAÍS, citando fuentes del Gobierno, anunciaba que el Ejecutivo no exigiría a la organización terrorista la entrega de las armas. La misma información recogía, según fuentes de La Moncloa, la intención de aprovechar la experiencia del Gobierno de UCD, cuando consiguió la autodisolu-ción de ETA político-militar en 1982 y se mencionaba que en aquella ocasión tampoco se exigió la entrega de las armas.
El 4 de noviembre de 1998, al día siguiente de la confirmación oficial, el diario Abc publicaba una información en la que señalaba que "el Ejecutivo de Aznar no ha esperado a que ETA demuestre esa voluntad de poner fin al terror para comenzar esos primeros contactos a nivel exploratorio" aunque en los contactos previos, uno de los cuales tuvo lugar en "una localidad próxima a Burdeos" (Francia), se habían "planteado a los interlocutores de la banda un serie de condiciones concretas".
Según la misma información, entre esas exigencias estuvo la del "desmantelamiento total de la infraestructura que ETA tiene en Francia y en España y que incluye, no sólo la utilizada por los comandos sino la fábrica de armas y explosivos. Ello no supone necesariamente", añadía el periódico citando fuentes propias, "la exigencia de que físicamente entreguen las armas".
El Gobierno del PP que presidía José María Aznar en 1998 no contemplaba exigir a ETA el abandono de las armas, pero sí el abandono definitivo de la violencia. Aznar anunció el 3 de noviembre de aquel año: "El Gobierno y yo personalmente he autorizado contactos con el entorno del Movimiento Vasco de Liberación".
Dos días antes, EL PAÍS, citando fuentes del Gobierno, anunciaba que el Ejecutivo no exigiría a la organización terrorista la entrega de las armas. La misma información recogía, según fuentes de La Moncloa, la intención de aprovechar la experiencia del Gobierno de UCD, cuando consiguió la autodisolu-ción de ETA político-militar en 1982 y se mencionaba que en aquella ocasión tampoco se exigió la entrega de las armas.
El 4 de noviembre de 1998, al día siguiente de la confirmación oficial, el diario Abc publicaba una información en la que señalaba que "el Ejecutivo de Aznar no ha esperado a que ETA demuestre esa voluntad de poner fin al terror para comenzar esos primeros contactos a nivel exploratorio" aunque en los contactos previos, uno de los cuales tuvo lugar en "una localidad próxima a Burdeos" (Francia), se habían "planteado a los interlocutores de la banda un serie de condiciones concretas".
Según la misma información, entre esas exigencias estuvo la del "desmantelamiento total de la infraestructura que ETA tiene en Francia y en España y que incluye, no sólo la utilizada por los comandos sino la fábrica de armas y explosivos. Ello no supone necesariamente", añadía el periódico citando fuentes propias, "la exigencia de que físicamente entreguen las armas".
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